Recordar...
que en gaviotas nutres el cielo
de promesas cuajadas con mi llanto, de ausencias
en montañas de mis brazos.
Comprender que el tiempo acompaña las heridas
sangre de nostalgias en mares de lágrimas,
verdad encadenada a fantasías
donde las ventanas del olvido dejaron su marca
y sello de garganta a la vera de los labios
desnudos de palabras.
¿Cuándo se traduce el vuelo de gaviotas en cálidos besos?
Cuando el amor se mece en el río de sueños
impregnadas las rosas de sutiles versos,
y ya no quedan las manos bañadas de ellos,
y mudo el murmullo de noches repletas de entrega
pronuncia inevitable el adiós,
-para morir-
poco a poco.
¡Fuiste cándida luz en mis voces calladas!
Fuiste plumas de sueños tejiendo la piel de poemas.
Y hoy te alejas despierto...donde se pierde el mar
en el sol de locuras,
en aves desnudas dibujas en blanco tus huellas.
Allí en donde un día nació en tus ojos un beso
crepúsculo blanco tatuado en anhelos,
en las aguas de todos los mares...
en el cielo de toda esperanza guardada en el alma;
Allí vivirás... en odas de rosas de ensueños
-eternamente-
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