17.12.11

Romper el Silencio...


Y mientras observaba su recuerdo, tomó un pequeño sorbo de café. En silencio. Como se paladean los placeres y como se acaricia lo que somos. En el tiempo en que tardó en acabarse el cigarrillo, había recorrido el último recodo de vida, como un guioncito en un largo camino. Que vueltas da la vida a veces. A veces estúpidas porque no las entendemos, pero al final siempre tienen sentido. Y lo había encontrado. A todo. Y desde allí, desde su alma, mientras se acercaba una bocanada de aire, sintió unos golpes contundentes, a la altura del lado izquierdo de su escote, tumbando la escolta que lo protegía, y haciendole saber que alguien intentaba esculpir allí pensamientos de contrabando. Y entonces supo que había llegado el momento justo para romper el Silencio...





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