15.9.12

como la primera vez
nos evocábamos y recordando
el terciopelo de nuestras manos
que volaba y se enredaba en la imaginación
como dejábamos que ese dulce temor nos invadiera
hasta la retinas temblaban de emoción
y nos asfixiábamos en la frágil proximidad de nuestra piel
rosara la expectativa acariciando cada intriga
que entre nuestros dedos de agua se dilataban
queriendo chorrear gota a gota sobre aquella superficie
intacta y nuestras palabras de arena se agrietaban
en cada suspiro y caían como espinas de rosa
y se clavaban en la piel hiriendo la comprensión
agraviando con dulzura la cordura




No hay comentarios: