Una tarde lluviosa,
vago con la mirada entre rostros extraños,
el arte ilumina cada rincón de este salón
cuando de pronto te miro,
te miro por primera vez…
Estuve buscándote preso de una obsesión
que aun no logro comprender.
Una inevitable sensación exalto nuestros corazones,
entre estampidas de nubes testigos de nuestro amor.
Y es que siento que fuiste mía en otra época,
tan lejana que solo recuerdo de aquel entonces
la belleza indeleble de tu rostro.
Ahora pinto todos tus detalles en mi mente
para no olvidarte jamás,
plasmare tus destellos para que el mundo
pueda vislumbrar tu hermosura.
Un beso del alma nos unió para siempre...
Pero mueren los sueños, se han apagado tus ojos,
el cielo celoso me robo tu sonrisa,
como una triste mañana sin sol,
tan solo lagrimas entre la brisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario