6.11.10


Es la última copa, la apuro con hastío, con tristeza,

Deja un gusto amargo entre mis labios, como besos sin amor.

Copa de cicuta y sangre.

Miro la botella medio vacía con algo de añoranza,

El vino se fue picando mientras bebía.

Cuesta digerir el último sorbo con los sentidos embotados,

las luces se van apagando, ¿se apagan o mis ojos se cierran?

Los ruidos cesan lentamente, ¿cesan o yo dejo de escuchar?

Siento el sabor amargo y el vacío,

el vino corre generoso por mis venas dilatadas, tan azules.

Mi corazón late salvajemente,

Pum-pum-pum-

lo escucho como un eco lejano,

¿es mi corazón o son mis sienes las que laten?

Pum-pum-pum-

Todo gira, las botellas de colores

siguen el ritmo de mis latidos,

un ardiente fuego quema mis entrañas.

Pum-pum-pum-

Y la barra del bar que se derrite, todo flota a mi paso,

y yo en la esquina más oscura me derrumbo.

La copa sigue a medias, ahora bebo mis lágrimas,

mi rostro desfigurado me observa desde un espejo,

¿es mi rostro o su sombra?

El camarero con cabeza de búho no deja de mirarme

¿Por qué chillan todos como grillos?

Y los ojos verdes de la copa que también me miran fijo,

¡Ojos de bilis!

Acerco mis labios y me da un beso mortal.

Es la última copa de vino, me convenzo.

Es la última copa de este vino que me robo el aliento.

No hay comentarios: